“APRENDÍ A LEER Y ESE ES MI ORGULLO»
El pequeño Rubén de 11 años, siempre se sintió menos importante que los demás por no saber leer, producto de esto su mecanismo de defensa era la violencia, según sus maestros en la escuela cada día con Rubén era una especie de ring de pelea, lo cual utilizaba como medio para expulsar su frustración por no comprender igual que los demás, “me sentía mal porque los demás podían leer y yo no, pensaba que yo era menos, entonces cuando me decían algo yo empezaba a pelear”.
Su falta de concentración y nivel escolar eran muy bajos, su entorno no contribuía a que ocurriera el cambio, pues reside en una zona descrita por el mismo como peligrosa, por las situaciones violentas que se dan, en el sector de La Ciénaga, en Cabarete.
Rubén vive con su madre y es el segundo de 4 hermanos, un niño de sonrisa tierna y ojos expresivos, cuenta que un día jugando con otros niños del barrio fueron entregando volantes para la inscripción del campamento de verano del Proyecto de la USAID Alerta Joven, para participar de un campamento de verano llamado “Estrellas de Verano”.
Decidió asistir al programa convencido que había encontrado otro lugar para sus travesuras, pues al final se trataba de un campamento de verano, la realidad es que era mucho mejor, ya que el programa utiliza de forma divertida el tiempo de vacaciones para nivelar y apoyar a sus beneficiarios para que no abandonen la escuela, enfocándose en reforzar áreas como la lectura y las matemáticas.
Como parte de este programa de retención escolar que desarrolla USAID con su proyecto Alerta Joven, 41, 632 jóvenes y adolescentes han logrado mantenerse en el sistema de educación, permitiéndoles completar su educación básica, para que luego puedan asistir y graduarse en la escuela secundaria.
Ahora está en 4to de primaria, y aunque esta dos grados por debajo del nivel que le corresponde, terminó el verano capaz de leer un libro entero, lo cual representó un enorme logro para un niño que no conocía sus vocales hace un año, nunca se imaginó las cosas que podría descubrir a través de la lectura, “Cuando llegue al programa no sabía leer, pero ahora me siento orgulloso y feliz porque he leído muchos libros.”
Desde que entró al programa su comportamiento frente a los demás cambió, su maestro lo identifica como un pequeño explorador y uno de sus mejores estudiantes “siempre está listo para aprender, tiene un deseo grande para todo lo que tiene que ver con leer”.
Su cambio de actitud es tan notable, que ya no hace caso a las provocaciones de sus compañeros o vecinos, “Antes cuando los muchachos me buscaban chismes yo les daba, ahora le hablo al profesor”, dice Rubén.
Le ha tomado tanto amor a la escuela, que cambio el orden de sus metas, ahora primero quiere estudiar en la universidad y después ser pelotero, “ahora lo que más me gusta es leer y compartir con mis compañeros, quiero estudiar idiomas en la universidad y después ser pelotero”.
“Ya he leído muchos libros, pero los que más recuerdo son el cementerio, el cielo se va a caer y un león en Cabarete”, expresa con alegría.