De pistola de juguete a libro en mano
Con pistola de juguete en mano, Luis pasaba por los cursos de Espacios para Crecer (EpC) apuntando a los estudiantes de este programa, reflejo de las situaciones que es testigo regularmente en su sector. “Siempre pasaba a mirar porque me llamaba la atención que había muchos niños divirtiéndose. La pistola era de mentira, yo lo hacía sólo para relajar.”
A sus 12 años, Luis cursa el 7mo grado, vive con su madre y sus cuatro hermanos en Los Guandules, un sector vulnerable del Distrito Nacional, identificado en el informe elaborado por el Observatorio Ciudadano del Ayuntamiento del Distrito Nacional, como uno de los barrios más violentos o con más homicidios en la capital dominicana durante el año 2015, donde se consumaron 33 muertes en hechos violentos.
La madre de Luis está la mayoría del tiempo ausente por su trabajo, y él dice con tristeza que su mamá sabe poco de él “porque nunca está.”
Su hermano más grande es quién cuida de él y sus hermanitos cuando su madre no está, pero con mirada perdida, Luis cuenta que este le golpea cuando no quiere hacer lo que le pide, situación que ha llevado a Luis a convertirse en un niño rebelde y en ocasiones violento. “A veces, peleo en la escuela, me molesta que me relajen mucho y que se burlen de mí.”
Luego de quedarse a mirar desde fuera el EpC, con su pistola de juguete en mano, la facilitadora le invitó a unirse al programa, Luis accedió a participar.
En el marco del proyecto de la USAID Alerta Joven, el programa de EpC está dirigido a adolescentes de 11 a 14 años, con una condición de riesgo, garantizando la permanencia de los que están asistiendo a la escuela, y logrando la reinserción de los que están fuera del sistema.
La facilitadora del programa cuenta que luego de iniciar el programa a Luis se le hizo difícil adaptarse, pero con el pasar de los días es uno de los adolescentes más dispuestos y motivados en participar del programa, “Luego de iniciar el EpC, Luis obedece, su nivel de rebeldía ha disminuido bastante, es uno de los más dispuestos a escuchar y ayudar en el programa”.
Para Luis, el EpC es un espacio donde ha aprendido a respetar de manera divertida. Aunque a penas tiene 12 años, sabe muy claro que quiere seguir estudiando. Ahora, su meta es pasar a octavo y cuando termine la escuela, dice que quiere convertirse en un gran pelotero dominicano.